Inmediatamente después que Israel
levantara el bloqueo restrictivo para hacer turismo, tuve el honor y placer de
viajar a Jerusalén, COVID dejó una marca indeleble en nosotros, no por el agua
de cuneta que se nos inyectó, sino por la tiránica resolución de hacernos
esclavos, darle el placer al anticristo, de controlar las masas.
Aterrice en Tel Aviv, cada
viajero era obligado a pagar por el examen del virus chino financiado por los hombres
de oscuro proceder de los Estados Unidos, inmediatamente me monte en el tren
para llegar a Jerusalén, muchos soldados en las calles a pesar de la poca gente
que había; no importa, veré y caminaré por donde mi Dios caminó, seré parte de
Su Majestad recreando en mi mente, momentos que Él experimentó (pensaba yo).
Ahora pensando retrospectivamente
pienso… ¡Tontos humanos que somos, como experimentar a Dios de esa forma! Un
Rosario hecho con amor es más que suficiente para caminar con Él en Jerusalén,
comer la Eucaristía en estado de gracia es abrazar Su Vida y sacrificio, así, dándonos
vida a nosotros.
Seguí con mi travesía…
Los edificios y casas, en su mayoría,
fueron y son construidos con el color del desierto, sus gentes caminan de un
lado a otro, haciendo sus respectivas diligencias, viviendo sus vidas, sin
pensar quien murió allí: El Único Hijo de Dios, quien se entregó para que todos
pudiéramos ser libres, dándonos oportunidad de ser llamados hijos de Dios,
cuanta Misericordia derramada en esas calles, mientras todos pisamos cada
espacio de todos y cada uno de sus rincones.
NO cabe duda, Israel es uno de
los dos testigos de la Misericordia de Dios (Apoc 11:3), pero ellos rechazaron
a Su Hijo nuestro Señor Jesucristo, así como nosotros también le rechazamos al
no obedecerlo por nuestro egoísmo. ABRAN los ojos, Dios nos dio a
Jesús, nos ha dado nueva vida, pero nuestros intereses son más poderosos que el
tocar de Sus hermosos Nudillos a la puerta de nuestros corazones (Apoc 3:20).
¿De qué sirve hacer miles de
rosarios si no te llevas de lo que dijo Dios? “Sed perfectos como vuestro Padre
es perfecto, traten de entrar por la puerta angosta y perdona nuestras ofensas
como también perdonamos a los que nos ofenden” (Mateo 5:48, Mateo 7:13 y Lucas
11:2-4 respectivamente) Estas hermosas palabras son mandatos y anclas de vida, palabras
dichas por El mismísimo Jesús Hijo de Dios, sin embargo, muchos de nosotros nos
comportamos y somos los nuevos fariseos, que no cumplimos con nuestro Señor por
nuestros deseos egoístas.
¿De que vale llamar sionistas a
todo un pueblo judío? Muchos católicos denuncian muchas maldades departe de
fuerzas ocultas que provienen de una elite judía si, tal elite es del diablo, así
como muchos de los no judíos también lo son, pero llamar sionistas a todo el
pueblo judío, es un pecado de odio que lamentablemente muchos de nosotros cometimos
por nuestra falta de discernimiento y por nuestro gran amor propio y desamor a
Dios.
A muchos les fascinan señalar con
el dedo, pero no les gustan que los señalen, yo soy un vivo ejemplo de ello, no
respondo bien a las críticas, me fascina devolver los golpes, contrario a lo
que hizo Jesús que nunca miro contrario a las burlas, dejo que le golpearan y
escupieran, nunca devolvió un insulto con otro, mas bien al final, Él perdonó
tanto a los Romanos como a los Judíos, pero aun así, hay católicos que prefirieron
ser el nuevo sanedrín, ser los nuevos fariseos y denunciar sin una onza de amor
todo englobando a Israel entero con el pecado de esta elite del mal.
Lo sé, es duro ver como una sección
oculta del pueblo judío ha masacrado millones de cristianos por años en muchos
lugares del mundo, hay 100 veces más mártires cristianos que mártires del
holocausto, sin embargo eso no es cosa para uno denunciar a una nación entera, que
esta sistemáticamente siendo engañada por la elite satánica, desde hace años, ninguna
sinagoga judía del mundo lee Isaías 53 y el salmo 22, ambos profetizan a Jesús
claramente, las palabras del rey David y el profeta Isaías fueron escritas 1000
y 500 años respectivamente, son fuente de sanación para aquellos judíos que no
quieren ver, sin embargo nunca son leídas, ya que una fuerza engañadora lo
mantiene así.
Pobres almas que no llegan a
conocer la verdad, pobres de aquellos que la ocultan, sin embargo, no podemos
parar, no debemos caer en el engaño de ser los nuevos fariseos.
Si, es bueno denunciar siempre y
cuando se haga con amor, lamentablemente, la hermosa Jerusalén seguirá ciega, y
más ahora que nuestro lideres “Católicos” han decretado NO evangelizar más a
los judíos, al contrario, han decretado que cualquier religión puede llevar a
Dios.
¡Cuánta confusión! ¡Pero
confusión adrede! Y lo peor de todo es el silencio de nuestros pastores, un
silencio que ensordece, silencio que a veces colude y echa almas al abismo.
Si, Jerusalén es hermosa, el muro
de los lamentos es precioso, cada sitio tiene una belleza única y espiritual, a
pesar del colosal rechazo a Dios en Jesucristo, pero así como el martirio no es
un motivo para clamar ser “victimas” ante el mundo, sino un motivo de felicidad
para los Católicos que reciben dicho honor (pues es la mejor forma de irnos a
vivir para siempre a los Poderosos Brazos de Dios), Jerusalén seguirá ciega a
la desinformación provista por los enemigos del alma, pero no debemos odiarles
o englobarlos a todos como iluminatis o sionistas.
Más bien, perdonémosle como así Jesús
lo hizo en la Cruz, no estoy pidiendo que olvidemos quienes
fueron los que asesinaron a nuestro Señor, es una falsedad del mundo el “perdonar
y olvidar”, eso ni siquiera El mismísimo Dios lo hace, perdonar es nunca
olvidar mientras amamos, y porque amamos nunca echamos en cara los errores de
los demás para hacerles sufrir satisfaciendo nuestros malvados deseos, recordemos
que el verdadero amor no es mezquino.
NO podemos ser santos por
nuestras propias fuerzas, nunca podremos ser mártires si se nos presenta la
oportunidad, todo es un honor dado por Dios, pero por lo menos HAY que estar
dispuestos con amor, siempre con amor.
Jerusalén que matas a los
profetas, bella pero destructiva por tu accionar, la salvación te llegó y la
mataste, pero resucitó al 3er día, y a Jesús le fue dada toda autoridad y poder…
Pero eres tan terca y ciega, le diste Belén a los musulmanes, permitiste sellar
con concreto la puerta de la Misericordia pensando que el Mesías la abrirá cuando
aparezca, pero ya Jesús pasó por ella hace más de 2000 años y no reconociste al
Dios que viene de lo Alto, preferiste tu status de elegido, tu arrogancia te
hizo olvidar que hasta los elegidos se les puede expulsar del Paraíso.
El diablo y sus ángeles no se
salvaron de ser echados del cielo, Adán y Eva del Paraíso, solo un momento de
ceguera fue suficiente para echarles, ¿qué crees que estos dos tienen en común?
Arrogancia, falta de humildad, no reconocer la Misericordia misma. ¿Cuántas
veces has sido hechada de tus tierras? ¿Cuántas veces has sufrido esclavitud? A
pesar de todo eso tu actitud de tener el pacto, de tener el Divino privilegio
de ser la niña de los Ojos de Dios, no te ha salvado de tu necedad, has
rechazado el nuevo pacto y ahora tu posición en la fila ha cambiado, de primer
lugar has pasado a ser último.
Oremos y velemos hermanas y
hermanos por la salvación de nuestras almas, pero también debemos saber que, a
pesar de tener la alegría de abrazar el nuevo pacto, de haber experimentado la
Verdad, también podemos caer en la trampa del fariseísmo, y construirnos una
bella pero ciega Jerusalén con su torbellino de fuego de noche y la majestuosa
nube de día, cosa que ya la Jerusalén de hoy no usan para caminar a la tierra prometida,
por el contrario, solo se burlan de ella, ya que ese fuego y nube hoy por hoy están
atrapados en los tabernáculos de la Iglesia Católica en la forma de la Eucaristía,
la carne Santa de nuestro Señor Jesucristo.
Oremos por las almas, deseemos
ser santos, deseemos ser mártires y perdonemos a los judíos sin olvidar lo
que hicieron, amar hasta que duela, ya que el Amor cura la hipocresía,
no hay mejor remedio que el Amor que viene de las manos de nuestro Señor.
Un abrazo en Cristo Jesús.