Según el "papa" más sabio que haya ocupado el trono de San Pedro, la pena de muerte es un intento de destruir la dignidad humana. Gracias a Dios Todopoderoso, durante algún tiempo podemos ver claramente quién es en realidad Francisco, el enviado para destruir el alma y proclamar al hombre en su carne.
¿Dijo Jesús alguna vez sobre detener la pena de muerte mientras Él estaba vivo? Bueno, Él disfrutó de la prerrogativa de quienes gobernaban en aquel tiempo para así dar vida eterna a todos... si la pena de muerte es mala, pronunciado de los labios de aquellos que tienen la autoridad de atar tanto en la tierra y como en el cielo (Mateo 16:19), entonces... pobre San Miguel Arcángel ya no derrotará a los espíritus rebeldes y El Dios de los ejércitos tendrá un ejército sin poder de derrotar a nadie.
Claro, tal vez eso sea un poco exagerado... pero piénselo, Timothy McVeigh que mató a cientos, que a él se le hubiere respetado su dignidad, o si al hombre que le disparó a cientos en Las Vegas en un concierto de música country le hubieran respetado su dignidad si se le hubiera capturado vivo.
Los santos papas del pasado, Jesús, Dios Todopoderoso, todos están equivocados al permitir la pena de muerte a los gobernantes del mundo, tal vez Francisco es más sabio que ellos tanto, está por encima de ellos.
Es una enseñanza infalible que aquellos que están indefensos, sea el deber de las autoridades protegerlos y enviar un mensaje de que no se toleran actos atroces... ahora esta puerta está abierta a todos aquellos en el ejército, para dudar cuando el enemigo está al alcance, esta gente pensando en su fe y como el "Papa" Francisco les enseño algo "santo."
Como una cuestión de enseñanza, Judas vestido de Pedro es visto por 1.200 millones de católicos como infalible y que en cuestiones de enseñanza no puede cometer errores, sin duda esta “enseñanza” es una mentira del infierno que arroja más dudas a la fe que renovarla, millones caerán no solo por esta hermosa mentira, sino por todo lo demás como la intercomunión, la comunión de adúlteros y la integración lenta de parejas homosexuales dentro de la Iglesia.
A donde sea que yo vaya, todo lo que escucho es que se está llamando y buscando a los pecadores y mostrándoles “misericordia”, pero como hoy no he visto una sola conversión... ni una; los campeones del aborto que han sido elogiados y premiados por Francisco siguen promoviendo este tipo de actos malvados, los homosexuales siguen comprometiéndose y promoviendo tal abominación y aquellos que no creen aún siguen siendo ateos.
Lo único que Francisco ha hecho y hemos visto, es como MUCHOS sacerdotes que defendían la fe y ahora son parte de la anti-iglesia y su evangelio de la falsa misericordia.
San Francisco dijo en su profecía que Dios NO nos estaba dando un verdadero pastor, sino un destructor y por los frutos podridos de Francisco se demuestra fácil, no habido un hombre en poder que hable así como el, pero lo más sorprendente es que él todavía va fuerte y sin señales de nuestros sacerdotes haciendo lo que se supone que deben hacer, salvar almas y procurar que la voluntad herética de Francisco sea deshecha.
Realmente es un momento sorprendente en el que estamos viviendo, cada enseñanza de nuestros queridos Patriarcas, Mártires, Papas, Santos está siendo arrojada al fango todo por el bien del mundo... en algún lugar, alguien es feliz, el diablo se está riendo con todo esto, pero esta es la punta del iceberg, ellos se están preparando para el cisma, se están preparando para la abominación de la desolación.
Abran los ojos a mis hermanos, Judas vestido de Pedro ha estado cambiando todo desde el primer día, se ha comportado como un masón durante años, porque hoy en día, el comportamiento de la masonería es "verde", amigable mientras hace el “bien”, a pesar de su incredulidad en el fondo, él es enemigo enviado para destruir la fe y tristemente está ganando, pero al final Dios lo arreglará todo, incluso si solo queda una sola persona en la tierra que verdaderamente tenga fe y haga todo con amor.
El destructor está aquí, abran los ojos...
Un gran abrazo en Cristo Jesús. Amén.
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