lunes, 23 de diciembre de 2024

Cuando las Estrellas caen

 


Antes de que el mundo pensara en estrellas de cine o rock, Dios uso ese término para sus sacerdotes: “estrellas”, si vamos al Apocalipsis sobre cómo la cola del dragón barrió la tercera parte de las estrellas del cielo y como estas cayeron a la tierra.

“Una gran señal apareció en el cielo: una mujer vestida del sol, con la luna bajo sus pies y una corona de doce estrellas sobre su cabeza. Estaba encinta y gritaba de dolor cuando estaba a punto de dar a luz. Luego apareció otra señal en el cielo: un enorme dragón rojo con siete cabezas y diez cuernos y siete coronas en sus cabezas. Su cola arrastró la tercera parte de las estrellas del cielo y las arrojó a la tierra. El dragón se paró frente a la mujer que estaba a punto de dar a luz, para devorar a su hijo en el momento en que naciera. Ella dio a luz un hijo, un niño varón, que “gobernará todas las naciones con un cetro de hierro”. Y su Hijo fue arrebatado hasta Dios y su Trono. La mujer huyó al desierto, a un lugar preparado por Dios para ella, donde sería cuidada por 1.260 días.” Apocalipsis 12:1-6

La Mujer es la Iglesia y las estrellas de la corona son los Apóstoles, los descendientes de los Apóstoles son los que experimentarán el golpe del enemigo, un tercio arrojadas a la tierra, pero eso fue suficiente para que la Corona no tuviera la belleza que los 12 Apóstoles soportaron a través de pruebas y martirio, nuestros queridos antepasados ​​tomaron el cáliz de sufrimiento que nuestro Señor tomó y ellos cumplieron su parte como prometieron, pero sus descendientes se hicieron perezosos. el enemigo notó esto y entonces les derribó.

Cuando una Reina muestra su corona se ve más hermosa y única, si la corona tiene solo 8 estrellas en lugar de 12 ya no es tan hermosa y tal vez ya no es la corona que una vez fue.

Cuando caen tales estrellas destrucción sigue, miren como en otra parte del Apocalipsis la estrella ajenjo cae y amarga las aguas, las aguas se puede interpretar como las buenas nuevas de Jesús y cuando un alma acepta tal buena noticia, el sabor de dicha salvación es perfecta, satisface la sed; pero una vez que el ajenjo toca las aguas ya no es igual, no satisface la sed, la garganta arde por su amargura, sin este tipo agua con sabor dulce y etéreo, podemos morir para siempre.

Un seminarista que responde al llamado, sufre mucho para poder llegar a ser sacerdote, ser una estrella, la luz que da estas estrellas ahuyenta la oscuridad, pero cuando una estrella cae ya no tiene la capacidad de disipar la oscuridad, a pesar de su poca luz ya no está en la posición que el Señor tenía para ella, como dijo el Señor: “No se pone una lámpara debajo de la cama…”, para la estrella volver a dar la misma luz que antes, necesita reconocer que ha caído, reconocer que ha estado dando amargura que produce más sed a todos los que viven sedientos.

Hoy en día los Obispos son celebrados como “estrellas” por el mundo, sí, hay una razón por la que Jesús huyó cada vez que el mundo le buscaba para hacerlo Rey mientras proclamaba el Evangelio, Él evitó dicha celebración, la falsa dulzura que la atención a Sí mismo da, Él solo quería el amor de Dios, la atención de Su Padre era todo lo que Él necesitaba… Sin embargo, el linaje de Sus discípulos, los Apóstoles de hoy, toman el amor que el mundo les da mientras celebran los pecados graves de todos.

Bendecir a parejas homosexuales, dar la Eucaristía a pecadores tercos, celebrar religiones falsas como si fueran verdaderas, básicamente decirle a las almas curiosas sobre el catolicismo que cualquier religión es un camino hacia Dios, burlarse y perseguir a católicos tradicionalistas, proclamar que evangelizar otras religiones falsas ya no es necesario (aunque los Apóstoles sí las evangelizaron), decir al mundo que la homosexualidad es un regalo del Cielo, celebrar la sinodalidad como el camino y no la tradición, señalar con el dedo al clericalismo como el problema mientras él se viste de blanco todos los días, descartar por completo la inmaculada concepción y la multiplicación de los peces y los panes como algo Divino y sobre todo NUNCA enseñar que Jesús es el único camino al Padre.

Cuando una estrella cae, o mejor dicho… cuando un sacerdote/Obispo/Apóstol cae a la tierra, solo puede volver al cielo por un acto de Dios, un milagro, porque ahora en la tierra lo único que hacen es no brindar luz que las almas necesitan, almas que ellos deberían proteger, pero ahora el agua está contaminada, es amarga, y los elegidos sedientos abrazan tal veneno.

San Francisco de Asís caminó durante años yendo al medio oriente con la esperanza de ser mártir, él predicó el Evangelio a esos musulmanes y convirtió al sultán, el santo fue valiente, pero Dios no le permitió su ansiado deseo de martirio, volviendo al hoy, PARECE QUE NADIE QUIERE SER MÁRTIR, nadie lo intenta, los sacerdotes no dicen nada… El mayor escándalo histórico que sucede en esta época de nuestra Iglesia es cómo los descendientes de los Apóstoles, los sacerdotes/obispos de Jesús GUARDAN SILENCIO sobre el antievangelio predicado por el enemigo que vive dentro de la Iglesia.

“No creo en un Dios católico” dijo una vez el falso profeta Francisco, lo que consolida su fruto de NUNCA proclamar que Jesús es el ÚNICO camino al Padre, es realmente duro ver cuando la mayoría de los predicadores católicos en todas partes cuando mencionan a Francisco viven un modo de “tomar lo bueno y dejar lo malo”, en lugar de advertir a la gente sobre sus herejías, blasfemias y apostasía desenfrenada, que sus secuaces les encanta propagar.

Muchas estrellas han caído, y tengo la esperanza por un milagro, ya que la mayoría de los Obispos son cómplices, algunos por omisión, otros porque les encanta la falsedad, ya ellos no creen, el mundo es su amo ahora.

Vivimos el tiempo en que la Mujer huye al desierto, ojalá que las estrellas que quedan en la corona despierten su brillo, las necesitamos, nuestra fe se apaga vacilando al borde del precipicio con tanto antievangelio vestido de buena noticia, hay personas están abandonando la fe por completo, mientras que la gran mayoría abraza una bella mentira.

Abrazar la mentira es más fácil cuando las estrellas están en el suelo, y la confirmación de pecados graves es celebrado, es un día triste para ser católico, pero al mismo tiempo también heroico si nos mantenemos firmes, el enemigo está empujando a la Mujer al desierto, quieren un cisma formal, se les hace la boca agua solo de pensarlo, pero no nos desesperemos, MANTÉNGAMONOS FIELES, manténganse firmes… que nos echen de las estructuras, que armen su cisma ellos, nosotros nos llevamos nuestra fe.

Los obispos de esta época no pueden estar de pie con honor frente a sus antepasados quienes hicieron su trabajo, pero nuevamente, a pesar de la pereza y omisiones de estas estrellas, MANTÉNGANSE FIELES, FIRMES… JESÚS VIENE PRONTO.

 

Un fuerte abrazo en Cristo Jesús

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