Antes de que el mundo pensara en estrellas de cine o rock, Dios uso ese
término para sus sacerdotes: “estrellas”, si vamos al Apocalipsis sobre cómo la
cola del dragón barrió la tercera parte de las estrellas del cielo y como estas
cayeron a la tierra.
“Una gran señal apareció en el cielo: una mujer
vestida del sol, con la luna bajo sus pies y una corona de doce estrellas
sobre su cabeza. Estaba encinta y gritaba de dolor cuando estaba a punto de dar
a luz. Luego apareció otra señal en el cielo: un enorme dragón rojo con siete
cabezas y diez cuernos y siete coronas en sus cabezas. Su cola arrastró la
tercera parte de las estrellas del cielo y las arrojó a la tierra. El dragón se
paró frente a la mujer que estaba a punto de dar a luz, para devorar a su hijo
en el momento en que naciera. Ella dio a luz un hijo, un niño varón, que
“gobernará todas las naciones con un cetro de hierro”. Y su Hijo fue arrebatado
hasta Dios y su Trono. La mujer huyó al desierto, a un lugar preparado por Dios
para ella, donde sería cuidada por 1.260 días.” Apocalipsis 12:1-6
La Mujer es la Iglesia y las estrellas de la corona son los Apóstoles,
los descendientes de los Apóstoles son los que experimentarán el golpe del
enemigo, un tercio arrojadas a la tierra, pero eso fue suficiente para que la
Corona no tuviera la belleza que los 12 Apóstoles soportaron a través de
pruebas y martirio, nuestros queridos antepasados tomaron el cáliz de
sufrimiento que nuestro Señor tomó y ellos cumplieron su parte como prometieron,
pero sus descendientes se hicieron perezosos. el enemigo notó esto y entonces
les derribó.
Cuando una Reina muestra su corona se ve más hermosa y única, si la
corona tiene solo 8 estrellas en lugar de 12 ya no es tan hermosa y tal vez ya
no es la corona que una vez fue.
Cuando caen tales estrellas destrucción sigue, miren como en otra parte
del Apocalipsis la estrella ajenjo cae y amarga las aguas, las aguas se puede
interpretar como las buenas nuevas de Jesús y cuando un alma acepta tal buena
noticia, el sabor de dicha salvación es perfecta, satisface la sed; pero una
vez que el ajenjo toca las aguas ya no es igual, no satisface la sed, la
garganta arde por su amargura, sin este tipo agua con sabor dulce y etéreo,
podemos morir para siempre.
Un seminarista que responde al llamado, sufre mucho para poder llegar a
ser sacerdote, ser una estrella, la luz que da estas estrellas ahuyenta la
oscuridad, pero cuando una estrella cae ya no tiene la capacidad de disipar la
oscuridad, a pesar de su poca luz ya no está en la posición que el Señor tenía
para ella, como dijo el Señor: “No se pone una lámpara debajo de la cama…”, para
la estrella volver a dar la misma luz que antes, necesita reconocer que ha
caído, reconocer que ha estado dando amargura que produce más sed a todos los
que viven sedientos.
Hoy en día los Obispos son celebrados como “estrellas” por el mundo, sí,
hay una razón por la que Jesús huyó cada vez que el mundo le buscaba para
hacerlo Rey mientras proclamaba el Evangelio, Él evitó dicha celebración, la
falsa dulzura que la atención a Sí mismo da, Él solo quería el amor de Dios, la
atención de Su Padre era todo lo que Él necesitaba… Sin embargo, el linaje de Sus
discípulos, los Apóstoles de hoy, toman el amor que el mundo les da mientras
celebran los pecados graves de todos.
Bendecir a parejas homosexuales, dar la Eucaristía a pecadores tercos,
celebrar religiones falsas como si fueran verdaderas, básicamente decirle a las
almas curiosas sobre el catolicismo que cualquier religión es un camino hacia
Dios, burlarse y perseguir a católicos tradicionalistas, proclamar que
evangelizar otras religiones falsas ya no es necesario (aunque los Apóstoles sí
las evangelizaron), decir al mundo que la homosexualidad es un regalo del
Cielo, celebrar la sinodalidad como el camino y no la tradición, señalar con el
dedo al clericalismo como el problema mientras él se viste de blanco todos los
días, descartar por completo la inmaculada concepción y la multiplicación de
los peces y los panes como algo Divino y sobre todo NUNCA enseñar que Jesús es
el único camino al Padre.
Cuando una estrella cae, o mejor dicho… cuando un
sacerdote/Obispo/Apóstol cae a la tierra, solo puede volver al cielo por un
acto de Dios, un milagro, porque ahora en la tierra lo único que hacen es no
brindar luz que las almas necesitan, almas que ellos deberían proteger, pero
ahora el agua está contaminada, es amarga, y los elegidos sedientos abrazan tal
veneno.
San Francisco de Asís caminó durante años yendo al medio oriente con la
esperanza de ser mártir, él predicó el Evangelio a esos musulmanes y convirtió
al sultán, el santo fue valiente, pero Dios no le permitió su ansiado deseo de
martirio, volviendo al hoy, PARECE QUE NADIE QUIERE SER MÁRTIR, nadie lo
intenta, los sacerdotes no dicen nada… El mayor escándalo histórico que sucede en
esta época de nuestra Iglesia es cómo los descendientes de los Apóstoles, los
sacerdotes/obispos de Jesús GUARDAN SILENCIO sobre el antievangelio
predicado por el enemigo que vive dentro de la Iglesia.
“No creo en un Dios católico” dijo una vez el falso profeta Francisco,
lo que consolida su fruto de NUNCA proclamar que Jesús es el ÚNICO camino al
Padre, es realmente duro ver cuando la mayoría de los predicadores católicos en
todas partes cuando mencionan a Francisco viven un modo de “tomar lo bueno y
dejar lo malo”, en lugar de advertir a la gente sobre sus herejías, blasfemias
y apostasía desenfrenada, que sus secuaces les encanta propagar.
Muchas estrellas han caído, y tengo la esperanza por un milagro, ya que la
mayoría de los Obispos son cómplices, algunos por omisión, otros porque les
encanta la falsedad, ya ellos no creen, el mundo es su amo ahora.
Vivimos el tiempo en que la Mujer huye al desierto, ojalá que las
estrellas que quedan en la corona despierten su brillo, las necesitamos,
nuestra fe se apaga vacilando al borde del precipicio con tanto antievangelio
vestido de buena noticia, hay personas están abandonando la fe por completo, mientras
que la gran mayoría abraza una bella mentira.
Abrazar la mentira es más fácil cuando las estrellas están en el suelo,
y la confirmación de pecados graves es celebrado, es un día triste para ser
católico, pero al mismo tiempo también heroico si nos mantenemos firmes, el
enemigo está empujando a la Mujer al desierto, quieren un cisma formal, se les
hace la boca agua solo de pensarlo, pero no nos desesperemos, MANTÉNGAMONOS
FIELES, manténganse firmes… que nos echen de las estructuras, que armen su
cisma ellos, nosotros nos llevamos nuestra fe.
Los obispos de esta época no pueden estar de pie con honor frente a sus
antepasados quienes hicieron su trabajo, pero nuevamente, a pesar de la pereza
y omisiones de estas estrellas, MANTÉNGANSE FIELES, FIRMES… JESÚS VIENE PRONTO.
Un fuerte abrazo en Cristo Jesús
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