viernes, 9 de mayo de 2025

Francisco II: una carta abierta a Prevost

 

Durante el reinado de un falso profeta, Jorge Mario Bergoglio, quien llego a la cúspide del Vaticano, la persecución y el modernismo alcanzaron su punto máximo dentro de la Iglesia. Las comunidades que amaban adherirse a las tradiciones antiguas fueron atacadas incesantemente, órdenes enteras fueron oprimidas, mientras que lo demoníaco fue aceptado como algo "querido por Dios."

No se trataba solo de vacunas con células de bebés muertos, la adoración y celebración de demonios como la Pachamama y la deidad taoísta Mazu, o como la aceptación de abortistas y Martín Lutero como héroes, la celebración de personas claramente herejes y apóstatas, más bien fueron las "novedades" enseñadas en contra de las enseñanzas de Jesús haciendo la caída de muchos católicos débiles en el ateísmo, el protestantismo y las costumbres del mundo, inevitable. Nadie quiso escuchar lo que escribí, ni a muchos otros; la mayoría de los sacerdotes y líderes no quisieron hablar, muy pocos prefirieron abordar el problema predicando sin nombrar al culpable; muy pocos llamaron rata a la rata, y por eso, la fe de muchos se derrumbó.

República Dominicana es el mejor ejemplo de ello, el catolicismo allí representa el 89% de la población, cuando el antipapa Francisco proclamó la infame fiducia supplicans, o sea, el antievangelio de bendecir a las parejas homosexuales, muchos fieles dominicanos abandonaron el catolicismo. Al ver esto algunos sacerdotes y obispos dijeron a los laicos en República Dominicana que Francisco era solo un hombre, no Dios, y que todos debían obedecer a Dios y no a los hombres, lo cual es cierto, pero el problema era que esas palabras no la proclamaban a los cuatro vientos, sino en susurros, y lo hicieron así porque temían perder sus "carreras."

Mi Señor me dijo que proclamara su Divina Misericordia al mundo entero, ahora... ¿Puedo hacer esto en secreto? ¿Puedo susurrar Su dulce Misericordia al mundo? Podría hacer esto con mis hijos mientras los acuesto en la cama a dormir, pero no al mundo, el mundo es otra cosa, tenemos que gritarlo a los cuatro vientos y que resuene por todas partes. Hoy en día, lo más revelador que tienen los falsos profetas fuera de su hipocresía y sus frutos, es su activa manipulación de las palabras, cómo incluyen pedazos de verdad y belleza en sus mentiras, haciéndolas agradables, dulces para nuestra conciencia, pero mortales para nuestras almas.

La forma de negar el Magisterio y las Enseñanzas que Jesús mismo transmitió a través de los Apóstoles, siempre ha sido hacer cosas nuevas fuera de lo ya enseñado; las Enseñanzas se mantendrán intactas, pero nosotros haremos otras cosas. Esto es modernismo. Quienes juraron beber el cáliz del sufrimiento de Dios, niegan el pasado mientras se dedican a tender puentes a pecadores testarudos, al hacer esto, no predicar el arrepentimiento y mantenerse en estado de gracia, permiten que el estado de conciencia pecaminosos se normalice ante el mundo, los insensibiliza, espiritualmente hablando, del deseo de salvos en verdad. En otras palabras, bendecir a una pareja homosexual es, en sí mismo, mostrar al mundo que es pareja (escándalo), y así otorgarles algún tipo de aceptación; esto es puro engaño.

La esencia de la Falsa Misericordia es precisamente eso: engañar, hacerles creer que Dios no les juzgará, que no condenará su rebeldía y estado pecaminoso, y peor aún, que está bien así.

El falso profeta Francisco predicó así durante mucho tiempo, promoviendo la falsa misericordia. Un hombre que debió ser expulsado del sacerdocio por su falsedad, en vez, fue protegido, promovido e impulsado por el diablo en la secta secreta: los masones, quienes, a través de su brazo armado en la Iglesia, la mafia de San Galo, impulsaron a Bergoglio se convirtiera en el "papa" Francisco.

El antipapa Francisco permitió que muchas almas se condenaran a sí mismas; no hubo ni una sola conversión entre sus numerosos ateos, musulmanes, judíos y seguidores de otras religiones falsas, quienes lo alababan sin parar… Pero hubo uno: al principio de su reinado, una familia intentó convertirse al catolicismo, en cambio él les dijo "mejor no" para así favorecer sus intereses interreligiosos, luego, esa persona murió en un accidente de motocicleta, muy triste pero revelador, verdaderamente desalentador, mientras, la mayoría de los líderes católicos debatían durante años sobre las intenciones de Bergoglio, nadie denunció su falsedad.

El modernismo, conocido entre quienes conocen bien su fe católica, es "la herejía de todas las herejías", lo cual es 100% verdad, y la idea modernista más aceptada dentro de la Iglesia siempre ha sido: "El magisterio no cambiará, pero haremos algo diferente", en otras palabras, las infames "soluciones pastorales", "hacer amigos" o "construir puentes", cuales van en contra de lo que El Espíritu Santo dice a través de los apóstoles Juan, Pedro y Pablo.

"Si alguno viene a ustedes y no trae esta enseñanza, no lo reciban en casa ni lo saluden", 2 Juan 1:10.

"Pero también hubo falsos profetas entre el pueblo, así como habrá falsos maestros entre ustedes. Introducirán encubiertamente herejías destructoras, incluso negando al Señor soberano que los rescató, atrayendo sobre sí mismos una destrucción repentina. Muchos seguirán su conducta depravada y desacreditarán el camino de la verdad". 2 Pedro 2:1-2.

"No es que haya otro, sino que hay algunos que los perturban y quieren distorsionar el evangelio de Cristo". Gálatas 1:7

Bergoglio no tuvo ningún temor al proclamar algo diferente a las enseñanzas de los apóstoles, todo para “tender puentes y acompañar a pecadores testarudos y enemigos de la fe”, pero al final, se ganó el amor del mundo y ni una sola conversión… las parejas homosexuales permanecieron, las religiones falsas abrazaron su falsa noción de salvación, cuando Jesús ES EL ÚNICO CAMINO de salvación.

Bergoglio solo tenía poder para destruir, sus frutos demostraron que no era un verdadero papa, sino un antipapa sin poder real desde lo Alto. El único puente que realmente construyó fue con el antievangelio, lo hizo ancho, permitiendo que las almas lo cruzaran con la hermosa zanahoria de la falsa misericordia que usted, antipapa Prevost, ahora agradece y promovió.

La apostasía de permitir confesiones por teléfono, cuales pueden ser grabadas por la inteligencia nacional estadounidense, va más allá de la herejía; es apostasía y una clara traición a las tradiciones que nuestros antepasados ​​establecieron en el sacramento de la reconciliación. Así que, falso profeta Prevost, usted en este sentido superó a Bergoglio en modernismo; además de esto, no denunciaste la clara apostasía y las tantas herejías de Francisco, más bien las abrazaste, perseguiste a fieles de mentalidad tradicional y proclamaste al mundo las mismas palabras de a tu predecesor le encantaba decir: construir puentes.

NO SE TRATA DE CONSTRUIR PUENTES, SE TRATA DEL PORTERO… JESÚS, NO HAY OTRA FORMA DE SALVARSE, NO HAY FORMA PARA IR AL PADRE TODOPODEROSO.

Hoy en día, parece que construir puentes para los impenitentes es el camino a seguir, permitiéndoles permanecer en su pecado y, eventualmente, si la muerte les llega sin su respectivo arrepentimiento, esas almas podrían caer al infierno, ese mismo lugar en el que su predecesor no creía.

El falso profeta Bergoglio nunca dijo que Jesús era Dios y el ÚNICO camino al Padre Todopoderoso; en cambio, estableció un nuevo camino, una iglesia sinodal, en la que los falsos complacerían al mundo. Supongo que esto continuará siendo quién eres… otro antipapa, lamentablemente.

De nuevo, como ya he dicho en mis otros escritos, la nominación de 149 cardenales por el falso profeta/antipapa Bergoglio fue una pesadilla numérica para todos aquellos que esperaban que las cosas cambien. Cada uno de esos cardenales no era realmente cardenal, eran marionetas de su amo, y ahora el mundo exige pago, así que NO esperen cambios, esperen que se siga construyendo puentes para que los impenitentes permanezcan en su estado pecaminoso.

Bienvenido obispo Prevost al Tope, bienvenido a la destrucción ya establecida, bienvenido Francisco II.

Si solo pudiera darte un consejo, falso profeta Prevost, sería que renunciaras, pero sé que no lo harás. Los enemigos de Dios quieren destrucción y parece que la obtendrán. Lo único que podemos hacer ahora mismo es PERMANECER en la fe que nuestros antepasados murieron y enseñaron, ORAR por la salvación de TODAS las almas, ya que vivimos los días de huir por el desierto con nuestra fe intacta (Apocalipsis 12).

Advertencia Prevost si no quieres seguir mi consejo:

“Como ya dijimos, ahora repito: Si alguien les predica un evangelio diferente del que aceptaron, ¡quede bajo la maldición de Dios!” Gálatas 1:9

 

HERMANOS: ¡ABRAN LOS OJOS!

Un fuerte abrazo en Cristo Jesús.

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