¿Quién es el Papa en estos momentos? Esa es una buena pregunta, quiero
decir, los católicos vivimos como si no tuviéramos uno, pero lo tenemos,
Francia y las Olimpiadas se burlaron de nuestro Señor mientras que Maduro en
Venezuela engaña a las personas con sentido común del mundo, y los cristianos al
ver esto anhelan una voz de CUALQUIER Pastor en estos tiempos tan confusos y
oscuros, pero muy pocos se pueden encontrar, mucho menos el papa.
De nuevo… ¿hay un Papa válido en el que podamos confiar? La respuesta es
NO. No hay hombre en la tierra que tengan las llaves del Cielo, ni la autoridad
en este momento, solo hay un falso Papa en la cima, y la evidencia está ahí
para que cualquiera la vea. Jorge Mario Bergoglio es el primero en llegar al
trono de San Pedro teniendo varias excomulgaciones en sí, una por comunista y
otra por masón, hay amplia evidencia de esto, como se jactó de sus vínculos con
el comunismo, como en Argentina mucha gente sabía de sus vínculos con la
masonería, pero olvidémonos de todo eso, olvidémoslo… si él fuera un
verdadero sacerdote, un verdadero católico, un verdadero obispo o papa, sus
acciones hubieran hablado claramente por él ¿no?, sus frutos hubieran contado
otra historia, más sin embargo, él ha
recorrido el camino de los anatematizados por mucho tiempo pues sus frutos así hablan.
Francisco detestaba a los tradicionalistas cuando era obispo argentino,
perseguía a quien se le cruzara en el camino, se oponía al magisterio una y
otra vez en favor del mundo, y la falsa iglesia hizo proselitismo para su
ascenso al Vaticano desde antes que Benedicto XVI fuera elegido, la mafia de
San Galo hizo esto por él, ganándose otra excomunión consolidando su anatema.
Aquellos que temían por sus puestos de trabajo alabaron al nuevo obispo
de Roma, aclamándole como un santo y un respiro de aire fresco, en todas partes
los falsos profetas celebraron a su héroe, no hay tiempo que perder, los
espinos ya no necesitan trabajar en las sombras, basta de evangelizar otras
religiones falsas pues todos somos amigos, los obispos deben renunciar a los 75
años así expulsar a sus enemigos y hacer entrar a sus secuaces (Cupich es un
ejemplo de muchos), sínodos en abundancia para abrir la puerta a la “agenda”.
Los sacerdotes gays encontraron en él animo después del tan infame
“quién soy yo para juzgar”, se podía ver franciscanos en desfiles gay dando la
bienvenida a los sodomitas, como se vio a los amigos de Bergoglio celebrando
los “dones” de los gays y que era tiempo de que la iglesia se abriera a ellos,
se podía escuchar a obispos diciendo a su rebaño: “la homosexualidad puede ser
santa” y celebrando misas gays mostrando su “apertura” a la abominación.
¿El cielo sabía que todo esto iba a pasar? Claro, justo después de que
ese rayo cayera en el Vaticano cuando Benedicto XVI anunció su “renuncia”, o
como humo blanco saliera exactamente a las 7:06 (6:66) y anunciara la
escogencia de Bergoglio y moviéndonos rápidamente hacia delante cuando la
proclamación de fiducia supplicans en diciembre de 2023 (no creo en coincidencias),
como en Argentina un rayo cayó sobre una estatua de San Pedro que sostenía las
llaves del Cielo, tanto el halo como las llaves fueron destruidas pero la
estatua permaneció ilesa (ya no es santo, ya no tiene las llaves del Cielo).
Hoy se cumple una semana desde que Francia y las Olimpiadas se burlaron
de nuestro Señor Jesús, sin embargo, Jorge Mario Bergoglio eligió felicitar al
promotor gay James Martin, diciendo cuan “feliz” estaba de que otro falso
profeta, el cardenal Gregory, les celebrara misa para su conferencia gay.
Pedro el Romano NO es Francisco, ahora mismo en la tierra no tenemos un
papa, Pedro el Romano es el Apóstol Pedro que atiende la verdadera Iglesia
desde el Cielo, lamentablemente, la falsa iglesia dirige todo lo demás. El
Cielo está feliz de que estemos permaneciendo en nuestra fe y no siguiendo a los
que celebran el pecado.
Así que NO… Bergoglio no es papa, él es el destructor profetizado por Juan
en el Apocalipsis y en la profecía de San Francisco de Asís, el que prepara el
camino para el anticristo y sus frutos hablan, desafortunadamente, los prelados
de alto rango no dirán nada ahora, lo harán una vez que él se haya ido, pero
sus frutos podridos permanecerán por un tiempo, ya que sus secuaces son muchos
y han sido promovidos, están orgullosos de su trabajo, están realmente felices
de ser los espinos.
Por eso Mons. Vigano tenía razón al decir que Francisco no podía
catalogarlo de hereje, porque el hereje ha sido Bergoglio desde hace mucho
tiempo, así que NO hay papa, sino él que está en el cielo que es nuestro
querido San Pedro… ¿Recuerdan lo que dijo San Pedro cuando la corrupta cúpula
de la Iglesia de aquel entonces estuvo en su cara?
“Hay que obedecer a Dios antes que a los
hombres”. Hechos 5:29
Dios no comete errores, nosotros sí, si me equivoco con Francisco
entonces… ¿Cómo es que sus frutos hablan mal de él todo el tiempo? Decir que
nuestra Santa Madre no nació sin pecado, decir que nuestro Señor no multiplicó
los panes y los peces es sólo una pequeña muestra comparada con la adoración a
la Pachamama en el Vaticano, la bendición de uniones homosexuales y parejas
irregulares, y la proclamación de que “todas las religiones son bien vistas por
Dios”, sus frutos no muestran nada más que apostasía.
La apostasía corre profundamente en los huesos de este hombre, es por
eso que no le importa ser excomulgado o anatematizado, quiero decir, él
realmente no cree… Hay una razón por que la mayoría de las veces se
arrodilla rápidamente ante los hombres y no ante Jesús, hay una razón por la
que no cree en el infierno; así que NO, no hay papa, el NO es un verdadero papa
aquí en la tierra, solo Pedro el Romano en el Cielo es papa, por favor, abre
tus ojos, permanece fiel y resiste.
“Señor amado, ayúdame a permanecer en mi fe,
ayúdame a ser uno contigo, por favor permíteme ser tuyo, no me dejes solo en la
tormenta, ayúdame en mi hora de necesidad, sé que no soy digno de Ti, pero ten
Misericordia de mi alma, ten Misericordia de mis seres queridos y ten
Misericordia de mi Iglesia”. Amén
Un gran abrazo en Cristo Jesús.
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