En el año 1962 sucedió algo en la
Iglesia, el comienzo de un rompimiento que terminó en 1965 y desde ahí en
adelante la Iglesia nunca fue la misma.
“Jesús continuó: "Había un hombre que tenía dos hijos. El más
joven le dijo a su padre: 'Padre, dame la parte de los bienes que me
corresponden.' Y les repartió los bienes... "Lucas 15: 11-12
El hijo estaba cometiendo un
error; sin embargo, el Padre permitió que esto sucediera y le dio a su hijo su
parte de la herencia, el padre sabe quién es su hijo y le dio con dolor la
riqueza prometida, pues él sabía que era demasiado joven e ingenuo para luchar
contra el mundo.
"No muchos días
después, juntándolo todo el hijo menor, se fue lejos a una provincia apartada;
y allí desperdició sus bienes viviendo perdidamente.” Lucas 15:13
Partió, tomó su riqueza, lo
desperdició todo en una vida salvaje... Entre 1962 y 1965 el joven hijo tomó su
riqueza y se fue, predicó acerca de la obligación pastoral en lugar de
obligación dogmática y así dejó entrar el humo de satanás en la Iglesia, a
pesar de, el joven hijo no escuchó y partió a un país diferente, un país donde
se consideran las "realidades de los hombres", donde las falsedades
paganas se abrazan bajo una bandera falsa: el ecumenismo.
Una vida salvaje, para vivir así,
el hijo necesitaba compañía... y el mundo le dio esa compañía, uno se puede
imaginar la vida salvaje, él tenía la riqueza y sus amigos falsos apreciaban el
derroche, el mundo estaba contento con el hijo que estaba abierto a vivir de la
forma que el mundo siempre quiso.
“Y
cuando todo lo hubo malgastado, vino una gran hambre en aquella provincia, y
comenzó a faltarle. Y fue y se arrimó a uno de los ciudadanos de aquella
tierra, el cual le envió a su hacienda para que apacentase cerdos. Y
deseaba llenar su vientre de las algarrobas que comían los cerdos, pero nadie
le daba.” Lucas 15: 14-16
Hay 1,2 billones de católicos y
estoy seguro de que si ponemos un número sobre quién es del nuevo rito y quién
es tradicional, el 99% del mundo católico sería una realidad estadística en el
lado del rito joven, el nuevo rito llegó con la falsa excusa de dar la
bienvenida al mundo, pero lo que el mundo hizo fue quitarle su riqueza, entonces
llegó la hambruna... triste.
“Y volviendo en sí,
dijo: !!Cuántos jornaleros en casa de mi padre tienen abundancia de pan, y yo
aquí perezco de hambre! Me levantaré e iré a mi padre, y le diré: Padre, he
pecado contra el cielo y contra ti. Ya no soy digno de ser llamado tu
hijo; hazme como a uno de tus jornaleros. Y levantándose, vino a su
padre. Y cuando aún estaba lejos, lo vio su padre, y fue movido a misericordia,
y corrió, y se echó sobre su cuello, y le besó.” Lucas 15: 17-20
Volver en sí... Algún día el 99%
se dará cuenta, que él o ella no tiene ninguna riqueza, que todo se fue debido
a las falsedades del mundo y a los enemigos en el interior de la Iglesia, hoy
de ese 99% tal vez hay un 1% (y creciendo cada día), que ha abierto sus ojos a
las tradiciones de antaño y quiere hacer la transición a la casa de su padre,
pero muchos obstáculos están en su camino.
Fue a través de hombres piadosos
que llegué a conocer la antigua misa y finalmente, cuando participe de ella,
sentía que era como la primera vez en mi vida en misa, en el nuevo rito
encontré a Jesús y Jesús pienso, cuando llegue a ser lo suficientemente maduro me
permitió encontrar la misa que todos los santos amaron.
Mis primeros pasos en la Iglesia
y no sabía qué esperar, entonces el incienso, el canto gregoriano, el sacerdote
orando por nosotros, proclamando la Santa Palabra de Dios, lo que nuestros
Patriarcas y Santos solían decir al respecto sobre la Palabra de ese día, el
Santo Sacrificio... y como yo sentía un
profundo estado sobrenatural en todas partes.
Me disculpo por decir esto,
porque Dios sabe que no soy un santo y no puedo nunca compararme con ellos, ni
siquiera con una pequeña de sus pecas, pero ese día me sentí como cuando Santa
Teresita de Lissieux finalmente obtuvo su 1era comunión y dijo: "Fue como
una gota de agua se encontró con el océano."
Finalmente supe que estaba en
casa...
"Y el hijo le dijo: Padre, he pecado contra el cielo y
contra ti, y ya no soy digno de ser llamado tu hijo. Pero el padre dijo
a sus siervos: Sacad el mejor vestido, y vestidle; y poned un anillo en su
mano, y calzado en sus pies. Y traed el becerro gordo y matadlo, y
comamos y hagamos fiesta; porque este mi hijo muerto era, y ha revivido;
se había perdido, y es hallado. Y comenzaron a regocijarse.”
Lucas 15: 21-24
Estaba tan feliz, Dios sabe que
estaba feliz, finalmente abrí los ojos, les dije a todos en mi casa y pensaron
que me estaba volviendo loco, quería mostrarles, los llevé el próximo domingo,
pero no sintieron lo que yo sentí, no vieron lo que vi y me pidieron que nunca más
los llevara.
Ellos no eran lo suficientemente
maduros supongo, esto sucedió en Florida, ahora vivo en un país donde no hay cerca
misa en latín, quiero decir, la única fuente de la misa tridentina en el país es
la SSPX ubicada en 2 áreas remotas, años luz de las grandes ciudades.
Este es uno de los muchos
obstáculos, cuán difícil es encontrar la misa en algunos países y aquellos que
sí la tienen son pocas y lejos, otro obstáculo son los laicos que defienden sus
pecados favoritos y desprecian el catolicismo tradicional activamente, otro es tradicionalistas
que no tienen el amor para conquistar a los neocatólicos, pero el peor es
cuando los sacerdotes prohíben, castigan y demonizan el tradicionalismo.
De todos modos, la parábola dice:
pasó hambre, el hijo ya no tenía riquezas y tuvo que VOLVER ATRAS, así que la
única forma que la hambruna espiritual se detenga es VOLVER ATRÁS a las
tradiciones de antaño...
Debemos ser pacientes pero tener
filial corrección con el hermanito neocatólico que aún no regresa, todavía vive la vida salvaje,
despilfarrando las riquezas mientras el mundo por esto se contenta.
Algo está sucediendo, ahora el
enemigo ha conquistado el Tope y la fe está siendo eclipsada activamente, mucho
martirio está por venir y la renovación de la fe sucederá con mucha sangre
santa, el mundo tiene a su hombre en la cima y el verdadero Vicario Benedicto
XVI se sacrificará por el bien de la Iglesia.
Mientras esto sucede todos los
días en nuestras propias caras, les damos la bienvenida a todos ustedes, todos
los que hemos encontrado las tradiciones de antaño, por favor hermanos dejen
que vuelvan, no detengan a nadie que quiera regresar y decir:
"He pecado contra el cielo y
contra ti. Y ya no soy digno de ser llamado tu hijo" Aleluya
No hay comentarios:
Publicar un comentario